Es una corriente relativamente joven dentro del movimiento feminista y LGBTIQ+ que defiende que el género está en constante construcción y evaluación. Sostiene que el género, la identidad sexual y la orientación sexual no son aspectos biológicos de una persona sino que, tal y como dice Judith Butler, son una construcción social.
La teoría queer se planta contra la normativa de lo que constituyen las identidades de género y rechaza las clasificaciones por género o por prácticas sexuales. Al ser una corriente relativamente nueva (aunque no la palabra queer en sí), está en permanente construcción.
Por último, la teoría queer se basa en la percepción individual de cada persona y no busca en sí acabar con la cisheteronormatividad ni con la transfobia.
Referencias: