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Sujeciones

(Restraints)

Primer plano de las manos de una mujer mayor amarradas con una gasa.

Las sujeciones son mecanismos, equipos o materiales que se aplican a una persona y evitan su actividad física, afectan su libertad de movimiento o el acceso a partes de su cuerpo. También se nombran como restriccionesinmovilizaciones o contenciones. Suelen ir acompañadas de la palabra terapéutica, porque se dan en el marco de la atención y los tratamientos sociales y sanitarios.

Las sujeciones pueden ser de dos tipos: físicas y farmacológicas o químicas. Las primeras se refieren a un material o mecanismo que se aplica en el cuerpo. Ejemplos de ellas son las tobilleras, las muñequeras o los cinturones. Por otra parte, una sujeción química se refiere a una sustancia que se aplica a una persona y reduce su movilidad al disminuir sus actividades (moverse, caminar, participar en actividades sociales, etc.).

Las sujeciones se justifican con el argumento de que garantizan la seguridad física de la persona que se sujeta o de otras. Pueden ser comunes en hospitales psiquiátricos, instituciones penitenciarias, hospitales generales y centros de menores con trastornos de conducta. Su uso sobrepasa la terapia y pueden infringirse como método para disciplinar o castigar; por conveniencia organizativa o logística del personal a cargo; o como medida preventiva frente a conductas violentas o agresivas.

Las sujeciones implican un reto para la salud y la autonomía, en particular de las personas mayores, principalmente cuando no se encuentran en condiciones de expresar su voluntad y acuerdo con estas medidas. Además, pueden representar maltrato y violencia, límites al desarrollo de su personalidad y a su integridad física y moral. De acuerdo con la sistematicidad y gravedad, pueden llegar a calificarse como tortura o trato cruel, inhumano o degradante. También como una violación a los derechos humanos y las libertades fundamentales.

La Fundación Pilares en España, señala los altos riesgos de vulneración a los derechos humanos que pueden representar estas prácticas. Considera que, en términos generales, deberían estar prohibidas, estrictamente reguladas y vigiladas, y usarse sólo en casos excepcionales. Cuando no lo están, las personas mayores y los otros grupos poblacionales que las viven sufren graves consecuencias en su salud física y mental.

La Fundación realizó investigaciones sobre cómo aplicar el modelo de la Atención Integral y Centrada en la Persona a las Residencias para personas mayores. Sus hallazgos indican que las sujeciones usadas para la prevención de caídas en los centros gerontológicos y sociosanitarios constituyen un grave error. En la mayoría de los casos, se pueden reemplazar por otro tipo de medidas menos agresivas. Además, contrario a lo que se cree, la sujeción requiere de un mayor acompañamiento a la persona.

Referencias:

Rodríguez, Pilar (Coord.) (2022). EL MODELO AICP Y SUS BENEFICIOS EN RESIDENCIAS DE PERSONAS MAYORES. Rebatiendo mitos desde el conocimiento científico y los principios de la ética. Fundación Pilares

Romeo, C. (2022). Tratado de Derecho y Envejecimiento. La adaptación del Derecho a la nueva longevidad. Fundación Mutualidad Abogacía y Wolters Kluwer.

OEA. (2015). Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. Washington.

Créditos de fotografía a wirestock

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