Se denomina solicitante de asilo a quien pide a un Estado del que no es nacional que se le permita permanecer en su territorio, ya que su vida y su integridad se encuentran amenazadas en su país de origen.
Las personas pueden huir de los territorios por diversas razones, que están relacionadas con la violación de sus derechos fundamentales o con su persecución por motivos de religión, etnia, opiniones políticas, nacionalidad o pertenencia a un grupo determinado.
El derecho a la protección internacional está consagrado en diversos instrumentos del derecho humanitario internacional, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. Los Estados que adhieren a estos compromisos están obligados a brindar asilo a quienes lo soliciten, siempre que se cumplan determinados requisitos. Cada Estado determina estos requisitos, y es su potestad aceptar o no las solicitudes. Cuando la petición formal de asilo es autorizada por el Estado receptor, la persona que la solicita pasa a tener estatus de refugiada.
También se utilizan las expresiones personas con necesidad de protección internacional o personas en búsqueda de protección internacional.