El concepto de raza ha sido empleado en biología para distinguir entre grupos de algunas especies. Esta distinción se basa en la identificación de rasgos físicos y de conductas que componen una serie de características que se transmiten por herencia genética. Al aplicarse a las personas, mediante este concepto se ha sustentado la existencia de razas para diferenciar entre grupos humanos. De esta manera, se han podido justificar ideologías discriminatorias con fundamento en la superioridad racial de un grupo con respecto a otros.
Tras años de debates, con el fin de la II Guerra Mundial y la condena del colonialismo y de todas las prácticas de segregación y discriminación que lo acompañan, la comunidad internacional, finalmente, ha llegado a un consenso. Toda doctrina de superioridad basada en la diferencia racial ha sido declarada científicamente falsa, moralmente condenable y socialmente injusta y peligrosa.
Todos los seres humanos pertenecemos a la misma especie. Todas las personas tenemos el mismo origen y somos parte integrante de la humanidad. A pesar de todo ello, se continúa usando el término raza para distinguir entre grupos humanos y, generalmente, se lo asocia a la población afrodescendiente.
Referencias:
Consultas de MODII: recuperado del diálogo en grupos focales y entrevistas en profundidad.
Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, La Ciencia y la Cultura (1978). Declaración sobre la raza y los prejuicios raciales.
Créditos de fotografía a JeremyRichards
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