La palabra purple washing proviene del inglés y se puede traducir al español como lavado púrpura, lavado feminista o lavado de imagen púrpura.
Desde los feminismos, se entiende como a la diversidad de estrategias políticas y de marketing que varias instituciones, países, empresas o productos buscan promocionar apelando a un supuesto compromiso con la igualdad de género. La frase se usa especialmente para denunciar la apropiación del feminismo para amparar discursos o políticas racistas y xenófobas.
El término purple washing se usa también para hacer referencia al lavado de imagen por parte de los países occidentales que buscan distraer la atención del hecho de no haber logrado aún la igualdad real entre hombres y mujeres. De esta forma, ponen el foco en que las mujeres de otros países o culturas tienen condiciones aún peores, especialmente aquellos países mayoritariamente musulmanes.