La preeclampsia y la eclampsia son trastornos hipertensivos (por tensión arterial alta) que pueden ocurrir durante el embarazo y el posparto. Tienen repercusiones tanto en la mujer o persona embarazada como en el feto. A nivel mundial, la preeclampsia, la eclampsia y otros trastornos hipertensivos del embarazo son una de las principales causas de enfermedad y muerte materna y neonatal. Entonces, es esencial el diagnóstico y manejo de la preeclampsia para el cuidado prenatal.
Algunos síntomas asociados a esta enfermedad son la hinchazón, el aumento repentino de peso, los dolores de cabeza y los cambios en la visión. Sin embargo, no todas las mujeres que padecen preeclampsia reportan estos síntomas. Generalmente, la preeclampsia ocurre después de 20 semanas de gestación y hasta seis semanas después del parto. En casos poco frecuentes, puede ocurrir antes de las 20 semanas.
Entre los trastornos hipertensivos que complican el embarazo, la preeclampsia y la eclampsia sobresalen como las causas principales de morbilidad y mortalidad maternas y perinatales. La mayoría de las muertes causadas por la preeclampsia y la eclampsia se pueden evitar prestando atención oportuna y eficaz a las mujeres que tienen estas complicaciones. La optimización de la atención de la salud para prevenir y tratar a las mujeres con trastornos hipertensivos representa un paso necesario para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.