El término se refiere a quien ha decidido, voluntariamente, renunciar a su nacionalidad. Sin embargo, de manera coloquial se usa para designar a las personas que se han trasladado a otro país para establecer allí su residencia temporal o permanente.
Esto sucede normalmente como consecuencia de un contrato de trabajo con empresas multinacionales, con organizaciones internacionales o con profesionales que desempeñan funciones públicas internacionales. Por esto, la elección de la expresión persona expatriada implica también una referencia a que el proceso migratorio se realizó de manera voluntaria, regular y segura.