La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define la migración forzada como un «movimiento migratorio que, si bien puede estar propiciado por diversos factores, entraña el recurso a la fuerza, la coacción o la coerción» (OIM, 2019).
Asimismo, y aunque no es un concepto jurídico, se usa para referirse a los movimientos de personas en búsqueda de protección internacional, personas refugiadas, personas desplazadas por diversos motivos (entre los que pueden encontrarse los desastres) y también las víctimas de trata de personas.
La migración forzada es una categoría amplia dentro de la que también se encuentran las personas desplazadas internas. De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), estas últimas huyen para buscar seguridad en su propio país, es decir, no cruzan las fronteras. Esto implica que siguen bajo la protección de su gobierno, incluso cuando este es una de las causas de su huida. Lo anterior hace que las personas desplazadas internas tengan un alto grado de vulnerabilidad.
El debate respecto de las migraciones forzadas gira en torno a tres cuestiones. En primer lugar, cuál es el alcance actual de los motivos por los que una persona se ve forzada a abandonar el lugar donde reside. En segundo lugar, cómo determinar estos motivos sobre una base justa. Por último, cómo los instrumentos jurídicos internacionales y nacionales resultan limitados frente a realidades complejas que desafían las propias definiciones.
En este sentido, desde algunos sectores, se aboga por incluir en el estatuto de refugio a todas las categorías de migraciones forzadas. Al mismo tiempo, se señala que la definición y, por tanto, el otorgamiento del estatuto de refugio debiera ser ampliada.
Un ejemplo que ilustra estas cuestiones puede encontrarse en Colombia, donde se ha comenzado a utilizar una expresión para referirse particularmente a personas venezolanas que se encuentran en territorio colombiano. A estas personas se las llama venezolanas en el exterior, y no se las considera ni desplazadas forzadas ni refugiadas.