Especismo

Se trata de una forma de discriminación en función de la pertenencia a una determinada especie. Desde un punto de vista moral, implica considerar a los miembros de una especie como si fueran más importantes que los de otra especie.

El término fue acuñado en los setenta por Richard Ryder, psicólogo y activista por los derechos de los animales. Décadas más tarde, Ryder especificó la definición desde dos abordajes. Por un lado, se trata de la explotación hacia los animales no humanos justificada por la supuesta falta de atributos que se consideran moralmente valiosos, como la inteligencia, la autonomía y el razonamiento. Por el otro lado, se trata de la explotación hacia seres no humanos simplemente por el hecho de que no son de la especie humana. Es decir, la discriminación y la explotación hacia los animales por considerarlos como una especie moralmente inferior.

En cuanto a la preferencia de individuos de su especie por parte de animales no humanos, Ryder explica que es probable que dicha discriminación se base en el instinto. En el especismo, las motivaciones son culturales y morales, y se basan en la creencia de superioridad.

Las manifestaciones del especismo se dan en cuatro áreas principales: la vestimenta, la alimentación, el entretenimiento y la experimentación. A modo de ejemplo, la utilización de pieles animales, la cría de animales para consumo y comercio, los mercados ganaderos, los rodeos, las corridas de toros, las cazas con sabuesos, la presencia de animales en zoológicos y las pruebas de laboratorio con animales, entre otras formas de explotación animal.

Desde el punto de vista lingüístico, una manifestación del especismo es utilizar a especies de animales como insultos: no seas rata; es un burro; nos tratan como a animales. 

Por último, desde diversas organizaciones de protección de los derechos animales, se llama a la reflexión con cuestionamientos, tales como, ¿por qué se considera apropiado comer vacas o cerdos, y no perros o gatos? Para el activismo, prima reconocer y respetar a todas las especies como iguales; para ello, se propone llevar un estilo de vida vegano, rechazar las formas de entretenimiento con animales y no vestirse con prendas de cuero o seda, por ejemplo.