El envejecimiento digno es un nuevo paradigma sobre la manera en la que deberían envejecer las personas y las sociedades. A partir de los años ochenta se produjeron distintos cambios con las conferencias internacionales sobre envejecimiento y vejez. A raíz de estos, la Asamblea General de las Naciones Unidas (A/RES/46/91) estableció cinco principios en favor de las personas de edad para orientar la acción de los Estados:
- independencia;
- participación;
- cuidados;
- autorrealización;
- dignidad.
Para la activista María Tila Uribe, se convirtieron en la guía para alcanzar una vejez digna. Los principios representan «el reto de la construcción de nuevas y diversas miradas sobre antiguos problemas, donde cada persona de cualquier edad participa y aporta de acuerdo a su condición y situación, pero en solidaridad con las demás» (Uribe, 2015).
En las consultas que MODII realizó, surgió la propuesta del envejecimiento digno como una aproximación más comprehensiva y menos institucional que el envejecimiento activo o el envejecimiento saludable.
En el contexto latinoamericano está más relacionado con un tipo de envejecimiento que incorpora la filosofía del Buen Vivir de las comunidades indígenas bolivianas. En otros contextos, el término se emplea para referirse a procesos de envejecimiento con las condiciones adecuadas para vivir la vida que tiene sentido para las personas. Siempre en un marco de goce efectivo de sus derechos humanos.
«Cada quien atraviesa el envejecimiento como quiere; no tienen que hacerlo de una manera activa ni lo pueden hacer de una manera saludable» (consulta de MODII en América Latina, 2022).
Referencias:
Uribe, María Tila (2015). Huellas del tiempo. Dignidad, autonomía, envejecimiento y vejez. Orión Editores S.A.S. Bogotá.
Naciones Unidas (1999). Los Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad.
Créditos de fotografía a ramann