Las enfermedades no transmisibles (ENT) son patologías que se prolongan en el tiempo. Son causadas tanto por la genética y la fisiología como por factores ambientales, de comportamientos o hábitos de las personas. Según la OMS (2022), por la mortalidad que causan, los principales tipos de ENT, son los siguientes:
- las enfermedades cardiovasculares, como los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares;
- los cánceres;
- las enfermedades respiratorias crónicas;
- la diabetes, incluidas las muertes por enfermedad renal causadas por la diabetes.
Aunque las ENT pueden desarrollarse a cualquier edad, las personas mayores son un grupo poblacional de alto riesgo. Factores como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la hipertensión arterial y la pobreza están estrechamente relacionados con este tipo de enfermedades.
El aumento del envejecimiento poblacional también está relacionado con las ENT pues implica la posibilidad de que muchas más personas vivan más tiempo con una enfermedad crónica (es decir, de larga duración y que requiere cuidados permanentes). Adicionalmente, las enfermedades crónicas pueden causar también discapacidades e incluir problemas relacionados con la salud mental.
El tratamiento de las ENT suele ser costoso y demandar grandes recursos o atenciones y cuidados por parte de las familias. Por esto, su prevalencia afecta de forma desproporcionada a la población de los países de ingresos bajos y medianos, y a las personas en situaciones de desventaja. A su vez, lo anterior aumenta el riesgo de exacerbar las condiciones de vulnerabilidad y pobreza (OMS, 2022).
Referencias:
HelpAge International (s.f.). Enfermedades no transmisibles (ENT).
OMS (2022). Enfermedades no transmisibles.
Créditos de fotografía a jcomp
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