Discapacidad

Es un concepto dinámico, vivo, que se transforma conforme a la evolución del movimiento social de las personas con discapacidad y gracias a las conquistas normativas y sociales que ha alcanzado.

En la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, se definió como el resultado de la «interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás» (Naciones Unidas, 2006, Preámbulo).

Se ha entendido, entonces, que la discapacidad expresa los aspectos negativos de la interacción entre un individuo con condiciones de salud dadas y los factores contextuales (ambientales y personales). Es el término genérico usado para englobar todos los componentes: deficiencias, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación (Fernández Iglesias, 2006, pág. 58).

Más recientemente, y con el desarrollo del modelo de los derechos humanos, las comprensiones de la discapacidad se han distanciado de las ideas de deficiencia y limitación, y se han acercado más al reconocimiento de la diversidad humana. La discapacidad sigue siendo esa situación que impide la participación y el ejercicio de derechos, pero de unas personas que tienen unas condiciones físicas, sensoriales, cognitivas y psicosociales distintas de la mayoría de la población.

La discapacidad surge en entornos que las excluyen y no aseguran la accesibilidad universal o los ajustes razonables que requieren. Por tanto, no se debe equiparar discapacidad a enfermedad. En este sentido, es incorrecto decir que una persona padece o sufre una discapacidad, o que es discapacitada (Cardona, 2019).