Diásporas

La palabra diáspora proviene del griego diasporá, que significa dispersión. En el Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, se define, en singular, como «personas y poblaciones étnicas que han abandonado su lugar de origen, con el que mantienen lazos, individualmente, o como miembros de redes organizadas». 

Entre los miembros de una diáspora también se considera a descendientes de las personas que han migrado. A estas personas se les ha transmitido un sentimiento de pertenencia e identidad con un lugar de origen, que generalmente es un país, aunque no necesariamente. 

En el contexto de las migraciones y en un mundo caracterizado por una movilidad sin precedentes, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) amplía el concepto para referirse a diásporas, en plural, entendiéndose como «(…) comunidades transnacionales, compuestas de personas que guardan vínculos con más de un país. La naturaleza transnacional de las diásporas confiere a estas personas un papel crucial a la hora de estrechar lazos entre países y comunidades, ya que pueden recurrir a múltiples lazos, reconocerse en diferentes identidades y compartir un sentimiento de pertenencia a más de una comunidad». 

Esta perspectiva resulta más integradora, y reconoce la enorme diversidad que atraviesa a muchas comunidades, las que a veces son consideradas como un todo homogéneo. Desde las diversas diásporas, se rechazan estas miradas reduccionistas. Abogan por un respeto a la multiplicidad de experiencias migratorias personales y de construcción e identificación identitaria.