Desplazamiento forzado de pueblos indígenas y tribales

El desplazamiento forzado de los pueblos indígenas y tribales o de sus comunidades es un fenómeno que se ha producido desde la época de la conquista y la colonización. Hoy en día, es el resultado, entre otros, del accionar del narcotráfico, del crimen organizado y de la violencia de grupos militares.

Según el derecho internacional, ningún pueblo puede ser desplazado por la fuerza, y los Estados están obligados a contar con el consentimiento previo, libre e informado de las comunidades y de los pueblos interesados cuando se prevean situaciones de este tipo. En caso de reubicación, debe existir, de hecho, un acuerdo previo sobre una indemnización justa y equitativa y, de ser posible, dejar abierta la opción del regreso. A pesar de la existencia de estas obligaciones, en Abya Yala los desplazamientos forzados siguen ocurriendo.

La instalación de proyectos de explotación de recursos naturales, como hidroeléctricas o minería, las iniciativas de agronegocio y de obras de transporte, son otros factores que obligan a los pueblos indígenas y tribales a abandonar sus hogares de origen. Como resultado, el colectivo se desintegra y la misma identidad y cultura se pierden. Los nuevos asentamientos en los centros urbanos condenan a la pobreza y a la mendicidad. Las afectaciones en la salud mental y física de las personas son múltiples, incluidos problemas relacionados con la pérdida de los propios patrones de alimentación. Mientras tanto, sigue siendo un desafío la creación e implementación de políticas públicas de protección contra las violaciones de estos derechos.