De acuerdo con la Convención Interamericana, los cuidados paliativos se refieren a la asistencia activa, integral e interdisciplinaria de pacientes que sufren dolores evitables. También de quienes tienen enfermedades que no responden a un tratamiento curativo. La finalidad es mejorar su calidad de vida hasta el fin de sus días. Implican una atención centrada en el control del dolor, de otros síntomas y de los problemas sociales, psicológicos y espirituales de la persona mayor.
Los cuidados paliativos abarcan a cada paciente, su entorno y su familia. Aunque forman parte del derecho a morir dignamente y consideran la muerte como un proceso normal, no la aceleran ni la retrasan. Por el contrario, afirman la vida.
Si bien las personas mayores son quienes más reciben cuidados paliativos, las «condiciones como la dependencia y la fragilidad no son patrimonio de la vejez» (Dulcey-Ruiz, Mantilla y Carvajal, 2004). Por lo tanto, es posible que otras personas, en otras etapas de la vida y en relación con enfermedades no transmisibles graves y degenerativas, puedan recibir también este tipo de cuidados.
Referencias:
Dulcey-Ruiz, E., Mantilla, G., & Carvajal, L. (2004). Periodismo y comunicación para todas las edades. Bogotá: CEPSIGER, Ministerio de Comunicaciones.
OEA (2015). Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. Washington.
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