Este término está comenzando a usarse cada vez más tanto en España como en América Latina para remarcar la conexión entre la especie humana y la naturaleza. Hace hincapié en el riesgo que los cambios ambientales críticos plantean para la vida en el planeta y para la continuación de la civilización, al desestabilizar el equilibrio y la continuidad de los procesos naturales.
Según especialistas que se consultaron para la elaboración de este reflexionario, esta expresión tiene fuerza comunicativa, ya que refuerza la idea de los ecosistemas y de los vínculos de dependencia entre ellos. El término, además, vincula los desequilibrios de poder, las injusticias sociales y el deterioro ecológico. Ofrece una visión sistémica de la problemática y pretende dar visibilidad a los efectos, tanto ecológicos como sociales, del modelo productivo, consumista y extractivista hegemónico. Por otro lado, remarca la relación entre la superación de los límites planetarios y la profundización de las desigualdades sociales. El deterioro ecológico y la crisis social son, según esta visión, dos caras de una misma moneda.
En esta misma perspectiva, a veces se usan indistintamente los términos crisis ecosocial y crisis ambiental y social.
Referencias:
Ayuntamiento de Barcelona. Agenda + Sostenible.
¿Cómo educar frente a la crisis ecológica y social?
Encuesta y grupos focales consultados para la elaboración de este reflexionario.
Créditos de fotografía a Breslavtsev Oleg