La aporofobia es el rechazo, la aversión, la desconfianza, el odio y la discriminación hacia las personas pobres o desfavorecidas. El término es un neologismo acuñado por la filósofa y catedrática Adela Cortina en 1995 que recién en 2017 pasó a formar parte del Diccionario de la lengua española. Además, ese mismo año, aporofobia fue elegida como la palabra del año por la Fundación del Español Urgente por su potencial para transformar la realidad social.
El término proviene del griego, en el que el prefijo á-poros significa ‘sin recursos’ o ‘pobre’ y el sufijo fobia significa ‘miedo’ o ‘terror’. Adela Cortina reflexiona sobre la necesidad de nombrar a la aporofobia con el fin de reconocer, identificar y, especialmente, intentar tomar posición frente a estas realidades de discriminación hacia las personas pobres.
La aporofobia se puede manifestar mediante expresiones y actos. Entre muchos, los siguientes son algunos ejemplos:
- Propiciar insultos y expresiones despectivas hacia las personas pobres.
- Criminalizar la pobreza.
- Invisibilizar a las personas pobres o con bajos recursos económicos.
- Ejercer violencia contra las personas pobres o aquellas que viven en situación de calle.
Según la Organización de las Naciones Unidas, en la actualidad el 10 % de la población mundial vive en situación de pobreza extrema. Esto equivale a más de 700 millones de personas en todo el mundo. Es por esto que el Objetivo 1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
Por último, cada 17 de octubre se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Se aboga por un mundo en el que cada persona goce del derecho a la dignidad como pilar de los demás derechos fundamentales.