La perspectiva de envejecimiento es una estrategia que busca integrar continuamente las temáticas de vejez y envejecimiento en todas las áreas de las políticas públicas. Todo esto, mediante el trabajo en cada nivel de gobierno: local, nacional y regional. De acuerdo con Naciones Unidas, su objetivo es alcanzar un desarrollo más equitativo en la sociedad que beneficie a todos los grupos de edad y sectores sociales (UNECE, 2021). A la perspectiva de envejecimiento también se le llama transversalización del envejecimiento.
La perspectiva de envejecimiento es uno de los compromisos con el objetivo 1 del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento. En este documento se propuso construir una sociedad para todas las edades y ajustar las intervenciones del Estado al cambio demográfico. El Plan reconoce que la sociedad está conformada por personas de todas las edades y que todas tienen derecho a envejecer en condiciones dignas. En este sentido, busca implementar medidas en todas las etapas de la planificación, implementación y evaluación de las políticas públicas, los planes y los programas de desarrollo. Así se saca provecho de la mayor expectativa de vida actual al tiempo que se ajustan y se hacen adaptaciones sostenibles en los sistemas educativos, los mercados laborales, la salud, los sistemas de protección y seguridad social. Estos ajustes responden a las necesidades de una población con una proporción creciente de personas mayores.
Para aplicar la perspectiva de envejecimiento se requiere también incorporar un enfoque de género y una mirada interseccional. Es decir, tener en cuenta que, además de la edad, hay diversas experiencias en la vida de las personas que pueden enfrentarlas a múltiples situaciones de discriminación o exclusión a lo largo del curso vital. Pueden estar asociadas a su sexo, identidad de género, orientación sexual, pertenencia étnica, situación socioeconómica, discapacidad o estatus migratorio, entre otros factores.
Para aplicar la perspectiva de género, la guía de la Comisión Económica de Naciones Unidas para Europa recomienda empezar por establecer un equipo y hacer un mapeo de partes interesadas. Así se pueden identificar alianzas, establecer un grupo de trabajo que lidere y encontrar a quienes podrían brindar apoyo. El resultado de esa primera etapa es una propuesta y plan de trabajo que se presentan para aprobación. En segundo lugar, sugiere una evaluación del contexto exhaustiva para determinar las políticas ya existentes y la información disponible. Con estos datos se pueden identificar vacíos y oportunidades de acción. Posteriormente, establecer metas, objetivos, posibles resultados y las actividades que se necesitarían en el corto, mediano y largo plazo. Además, definir un mecanismo de coordinación, monitoreo y evaluación de la relevancia, efectividad, eficacia e impacto. Finalmente, una evaluación que integre las lecciones aprendidas y promueva un ajuste continuo y mejoramiento de la transversalización.
Referencias:
UNECE (2021). Guidance for mainstreaming ageing. United Nations, Geneva.
Créditos de fotografía a freepik