El colonialismo es un sistema de dominación política y económica impuesto por una potencia extranjera que invade un territorio con el fin de explotar sus riquezas y recursos. En América Latina, el colonialismo tuvo su inicio en el siglo XVI, cuando el imperio español sometió a los pueblos que habitaban el continente en ese entonces, usando la fuerza y la imposición de nuevas costumbres, así como la creencia religiosa cristiana. Esta forma de sumisión se define generalmente como viejo colonialismo, para diferenciarlo del nuevo.
Un movimiento cada vez más amplio de representantes indígenas y tribales, de personas activistas y defensoras de derechos humanos, inclusive de importantes líderes espirituales, como el Papa Francisco I, reconoce que el nuevo colonialismo sigue siendo una forma de dominación y sumisión. En este sentido, se pone en evidencia cómo este sistema reduce los países a meros proveedores de materias primas y trabajo barato. Engendra violencia, miseria, desplazamiento forzoso y migraciones. Corporaciones transnacionales, prestamistas, algunos tratados de libre comercio y las medidas de austeridad que afectan a la población trabajadora y pobre son la cara moderna de este fenómeno en todo el mundo, incluida América Latina, en donde la violación del territorio de los pueblos indígenas y tribales y la depredación de los recursos naturales que ahí se encuentran es sistemática.
Referencias:
Enciclopedia de historia (2020). Colonialismo.
El Papa al encuentro de los pueblos: colonialismo y pluralismo (2018).
Créditos de fotografía a svic