La palabra grooming proviene del inglés y se puede traducir al español como ciberengaño pederasta o engaño pederasta por internet. También se hace referencia a este fenómeno como captación de niñas y niños por internet con fines sexuales.
Es el acercamiento engañoso de una persona adulta a una niña, un niño o adolescente, a través de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, como chats, redes sociales, foros, etc. Tiene por objetivo establecer una relación de supuesta amistad y ganar su confianza, para obtener una satisfacción sexual posterior, presencial o en línea.
Las personas que realizan esta práctica se llaman groomers o ciberdepredadores. Suelen tener un perfil falso para poder contactar a menores y lograr que les envíen fotos o videos con desnudos o con actitudes sexuales explícitas, para luego hacer un chantaje en línea y, finalmente, lograr un abuso sexual.
Las personas menores de 14 años son el grupo más expuesto al ciberengaño pederasta y, en especial, las niñas. El grooming se usa también con fines de explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes. Finalmente, existen marcos legales dispares sobre el ciberengaño pederasta. Uno de los temas pendientes de la agenda legal sigue siendo su tipificación y penalización.