Toma de decisiones con apoyos

Es una herramienta que permite que las personas con discapacidad y con dificultad para comprender, considerar o comunicar puedan conservar su capacidad para tomar decisiones apoyándose en otras personas. Es una herramienta que varía de acuerdo con las necesidades específicas de cada situación y persona.

Alguien que usa la toma de decisiones con apoyos selecciona a personas asesoras de confianza, como amistades, familiares o profesionales, para que funcionen como “defensoras”. Quienes cumplen este rol ayudan a la persona con discapacidad a comprender y considerar las opciones en una elección. Además, le dan herramientas para que elija de manera informada y luego pueda comunicarlo (American Civil Liberties Union).

Algunos ejemplos son los siguientes:
• proporcionar materiales o información en lenguaje simple, en forma visual o de audio;
• dar tiempo adicional para hablar sobre las opciones;
• crear listas de pros y contras;
• planificar actividades de juego de rol para ayudar a la persona a comprender opciones;
• acompañar a la persona a citas importantes, para tomar notas y ayudarla a recordar y hablar sobre sus opciones;
• abrir una cuenta bancaria conjunta para gestionar las decisiones financieras.

Esta herramienta representa un cambio de paradigma frente a los modelos sustitutos de toma de decisiones o de sustitución de la voluntad, como la interdicción, que van en contravía de los derechos humanos de las personas con discapacidad al anular por completo su capacidad para decidir. Estos modelos otorgaban a responsables tutoriales toda la capacidad jurídica de la persona con discapacidad y le daban el poder de tomar todas las decisiones en su vida. Para hacer asignaciones o modificaciones con respecto a esta figura legal, se debía acudir a un tribunal y esperar una decisión que se basaba en el coeficiente intelectual y en el diagnóstico médico de la persona con discapacidad.

La posibilidad de tomar decisiones con apoyos protege a las personas con discapacidad de los desequilibrios de poder, que, en ocasiones, pueden hacer especialmente vulnerables a las mujeres y a personas jóvenes con discapacidad ante las violencias basadas en género y otras formas de abuso y malos tratos (UNFPA – WEI, 2018).

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad reconoce la importancia de la autonomía y de la independencia individual, incluida la libertad para tomar sus propias decisiones. Esto se considera, incluso, si se requiere de la ayuda de otras personas, porque así se respeta su derecho a la capacidad jurídica y su derecho a la igualdad de reconocimiento ante la ley.