El contexto
Una familia migra de Brasil a Colombia. La familia está compuesta por Mario y Gustavo, y su hija Camila. Gustavo trabaja en el Departamento de Logística de una multinacional y le ofrecen un ascenso en Cartagena, así que allá se mudan. Por fortuna, la familia viaja seguido al país, entonces el idioma español no es un problema.
El día del accidente
Desde que llegaron hace ya 4 meses, Gustavo ha trabajado duro para establecerse en su nuevo puesto. Mario también ha conseguido empleo y Camila está feliz en su nueva escuela. Los fines de semana intentan conocer destinos turísticos en familia, y este sábado el plan es visitar el volcán del Totumo.
Se levantan temprano, preparan sus mochilas y parten a la excursión. El volcán del Totumo es un cono volcánico lleno de lodo en la zona rural del municipio de Santa Catalina. Para llegar a su cráter, hay que ascender aproximadamente veinte metros por una rústica escalera de madera. Y ahí empiezan los problemas…
Con lo aventurera y entusiasta que es Camila, ni bien divisa la escalera sale corriendo. Quiere ser la primera en llegar a la cima. Avanza unos cuántos peldaños cuando tropieza y, ¡pumba! Cae al suelo estrepitosamente.
Cuando la información llega. ¿O no llega?
Gritos, ambulancia, servicio de emergencias, huesos rotos, operación. Para los papás de Camila todo parece acontecer en un torbellino de angustia y preocupación. En medio del caos, se acerca un enfermero y les dice que tienen que firmar un consentimiento antes de la cirugía. Les presentan un texto largo. Larguísimo. Los minutos corren. Las palabras se apilan, se agolpan.
En la puerta del quirófano un cartel los mira. ¿Les da tranquilidad? ¿Les informa? ¿Se burla? 71 palabras en 13 líneas que ni siquiera después de 50 lecturas de larga espera cobran sentido.