En los estudios de género, el suelo pegajoso hace referencia a las tareas de cuidado que tradicionalmente se han relegado a las mujeres y que suponen para ellas una barrera para salir del espacio doméstico y dedicar tiempo a su desarrollo profesional.
Dadas sus responsabilidades familiares, a las mujeres se les dificulta continuar con su formación fuera de horario laboral, así como asistir a reuniones o eventos corporativos. Eso tiene un efecto negativo en su vida profesional.
El suelo pegajoso es un resultado directo de la sobrecarga de trabajo que resulta de la doble (o triple) jornada que asumen las mujeres y de la dificultad de conciliación entre sus vidas familiares y profesionales dada la nula o insuficiente implicación de los hombres en las responsabilidades domésticas y de los cuidados. Además de obstaculizar el desarrollo profesional, el suelo pegajoso puede llevar a las mujeres a abandonar sus puestos de trabajo o reducir sus jornadas laborales.
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