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Icono Salud sexual y reproductiva

Derechos sexuales

(Sexual rights)

Ilustración de una variedad de juguetes sexuales.

Son los derechos que tienen las personas a vivir una sexualidad gozosa, placentera, respetuosa, sin violencia, independientemente de la reproducción. Esta vivencia de la sexualidad implica el reconocimiento a la diversidad de las orientaciones sexuales y de las identidades de género.

Según la organización Profamilia, los derechos sexuales abarcan el derecho a lo siguiente:

  • A tener una vida sexual libre, segura y placentera.
  • A decidir si tener o no tener relaciones sexuales.
  • A expresar la orientación sexual o identidad de género.
  • A que se respete la intimidad sexual y confidencialidad.
  • A acceder a métodos anticonceptivos.
  • A decidir si se quiere o no procrear. 
  • A decidir si conformar o no una familia y el tipo de familia que se desea. 
  • A obtener información clara, científica y objetiva sobre el cuerpo y la salud sexual y reproductiva.
  • A acceder a servicios de salud sexual y salud reproductiva.
  • A recibir apoyo y que se realicen ajustes para poder tomar decisiones libres e informadas sobre el cuerpo, la sexualidad y la reproducción.

Los derechos sexuales constituyen la aplicación de los derechos humanos existentes sobre sexualidad y salud sexual reconocidos en documentos y legislaciones nacionales e internacionales. 

La IV Conferencia Mundial de las Mujeres realizada en Beijing en 1995 significó un parteaguas en la conceptualización de los derechos sexuales al afirmar que «Los derechos humanos de la mujer incluyen su derecho a tener control sobre las cuestiones relativas a su sexualidad, incluida su salud sexual y reproductiva, y decidir libremente respecto de esas cuestiones, sin verse sujeta a la coerción, la discriminación y la violencia» (Plataforma de Acción de Beijing, 1995).

Este concepto se considera un avance importante para el ejercicio de los derechos sexuales, pues se asocian con los derechos humanos. Además, habla del respeto de la integridad de las personas y del consentimiento recíproco, así como de la voluntad de asumir conjuntamente la responsabilidad de las consecuencias del comportamiento sexual. Esta afirmación no solamente reconoce que las mujeres tienen el derecho a decidir libremente sobre su sexualidad y reproducción, sino que establece los valores imprescindibles para que las relaciones sexuales estén exentas de coerción y violencia.

Por su parte, la defensa de los derechos sexuales desde los colectivos de la diversidad sexual y de género se ha caracterizado por la exigencia de que se reconozca el ejercicio de la sexualidad en la igualdad y en la no discriminación. Así como el respeto a las orientaciones sexuales diversas.

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