Es un término que hace referencia a comportamientos y gestos cotidianos de machismo, con los que convivimos diariamente. Estos pueden parecer inofensivos, pero ponen en evidencia la desigualdad de género y la refuerzan. El manspreading y el mansplaining son dos claros ejemplos de micromachismos.
Con la popularización del término, mucha gente, en particular las mujeres, ha podido identificar y nombrar situaciones cotidianas en las que experimentan desigualdad. Además, a menudo sucede que estas situaciones han sido normalizadas por la sociedad.
Los micromachismos conforman la base del sistema patriarcal y de la desigualdad de género. Aunque a veces puedan pasar desapercibidos, estos pequeños gestos sostienen un sistema que desprecia lo femenino y que luego se traduce en las formas más graves de la violencia de género.