Los sustantivos epicenos tienen un solo género gramatical, que puede ser femenino o masculino, pero se usan para designar a seres animados de ambos sexos, sin distinciones. Si analizamos la oración El público esperaba con ansias el discurso de la eminencia en físicoquímica, podemos afirmar que «eminencia» es de género gramatical femenino, pero que puede referirse a una persona de cualquier sexo.
En este grupo se encuentra el sustantivo «persona», que es de gran utilidad a la hora de formar grupos nominales sin marca de género y permite hacer hincapié en la naturaleza de cada ser humano. Así pues, podemos decir persona con discapacidad auditiva, persona migrante, persona joven, persona adulta, persona transgénero, persona con empleo informal, persona afrodescendiente, etc.
Con el tiempo, algunos sustantivos epicenos han pasado a hacer diferencia de sexo mediante el artículo (por ejemplo, la rehén o el rehén) o mediante una desinencia distinta (la beba o el bebé).
Otros ejemplos de sustantivos epicenos: la víctima, la figura (pública), el personaje, la criatura, el cónyuge, la clientela, la plantilla, el ser humano, la gente, el prójimo, etc.