Es una estrategia de salud pública que promueve aprendizajes individuales y colectivos sobre los determinantes de la salud y el análisis crítico de la información sanitaria. Todo esto con el objetivo de que las personas y las comunidades puedan tomar decisiones que las lleven a gozar de un estado de completo bienestar físico, mental y social, y a acceder a una mejor calidad de vida. En este sentido, es un instrumento esencial para promover la salud, para prevenir y tratar enfermedades, y para apoyar la curación y la rehabilitación.
Este proceso integral busca la transformación social. Utiliza métodos educativos, políticos y de acción social. Se apoya en las estrategias de comunicación, el diálogo de saberes y la pedagogía activa, analítica y participativa. Incluye reflexiones sobre el autocuidado, el ejercicio de la ciudadanía y la construcción individual y colectiva de la salud.