Ecografía pélvica

Una ecografía pélvica es un procedimiento de diagnóstico por ultrasonido que sirve para visualizar y examinar los órganos y las estructuras de la pelvis. Se utiliza con frecuencia en ginecología, obstetricia y urología como estudio de rutina y para el diagnóstico de diversas afecciones. Este es un procedimiento no invasivo; es decir, no perfora físicamente la piel.

En mujeres y personas con aparato reproductor femenino, se evalúa el útero, los ovarios, las trompas uterinas y la vejiga. En hombres y personas con aparato reproductor masculino, se evalúa la próstata, la vejiga y las vesículas seminales.

Existen tres tipos de ecografía pélvica: 

• Ecografía pélvica transabdominal:

Para el procedimiento, la persona se recuesta de espaldas sobre una camilla. Su profesional de atención médica le aplica un gel transparente sobre la piel del abdomen. Luego, coloca el transductor (una sonda) sobre el abdomen y utiliza el gel conductor para facilitar su movimiento. El transductor emite ondas de sonido, que se reflejan en las estructuras pélvicas. La computadora recibe las ondas y con ellas crea las imágenes.

• Ecografía pélvica transvaginal: 

Para el procedimiento, la persona se recuesta de espaldas sobre una camilla y flexiona las rodillas. Su profesional de atención médica recubre un transductor alargado y delgado con un preservativo de látex, aplica el gel transductor y lo inserta por la vagina para obtener las imágenes pélvicas.

• Ecografía pélvica transrectal:

Para el procedimiento, la persona se recuesta de costado sobre una camilla y flexiona las rodillas hacia el pecho. Su profesional de atención médica recubre un transductor con un preservativo de látex, aplica el gel transductor y lo coloca en el recto.

Cada tipo corresponde a razones distintas por las que se necesite el estudio. Se puede requerir solo uno o ambos para determinar el diagnóstico o el tratamiento.

Por último, este procedimiento también se conoce como ecografía de pelvis o ultrasonido pélvico.