Es una palabra acuñada por Cristina González, cuyo uso se ha ido extendiendo especialmente entre organizaciones y grupos de mujeres con discapacidad. Las ideas que representa buscan dar visibilidad a la doble discriminación a la que son sujetas las mujeres con discapacidad. También es llamado «escalón de cristal», pues la discapacidad en el género se potencia.
De acuerdo con González, «cuando alguien padece varias discriminaciones, estas no se suman sino que se multiplican, se potencian». Las mujeres con discapacidad enfrentan aún más opresión y se encuentran a menudo en una posición de mayor sumisión. Por ejemplo, porque desde que son niñas otros toman decisiones por ellas o porque no se ajustan a los cánones de belleza establecidos por la sociedad.
Este término también se usa en plural, con el fin de reflejar la diversidad de enfoques y la heterogeneidad de integrantes de este movimiento social.
Referencias:
Gonzalez Moya, Cristina, “El escalón de cristal: discafeminismo: claves para comprender la discriminación múltiple”, Granada: Dauro, 2010.
Créditos de fotografía a Dean Drobot