La palabra manslamming proviene del inglés y se puede traducir al español como machochoque (combinación de macho y choque).
El término fue acuñado por Jessica Roy, escritora de la revista New York, tras un experimento llevado a cabo por Beth Braslaw. Al caminar en espacios públicos, identificó que si no era ella quien se movía para dar el paso a los hombres que pasaban, estos se estrellaban contra ella, pues rara vez los hombres se movían para evitar el colapso.
El término hace también referencia a la apropiación del espacio público por parte de los hombres al punto de chocar con las mujeres cuando estas se atraviesan en su camino.
Referencias: