El feminismo es un movimiento social y político que reivindica la igualdad entre mujeres y hombres. Como medios para lograrla, aboga por la ampliación de los derechos y las libertades de las mujeres, particularmente en las esferas política, social, económica, cultural y civil. Además, reclama la mejora de la condición jurídica y social de la mujer, su emancipación y el cambio de patrones socioculturales de conducta que originan su discriminación.
Algunas de las principales luchas del feminismo a lo largo de la historia han sido por el derecho de las mujeres a la ciudadanía y a su reconocimiento como sujetos políticos, a la educación, a la propiedad, a acceder a iguales oportunidades en materia de empleo y a la autonomía económica, a la participación política, entre otros. También se reivindican el derecho a la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y el derecho a una vida libre de violencia por razones de género.
En palabras de la feminista Victoria Sau, el feminismo es «es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII-aunque sin esa denominación todavía- y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación y explotación de que han sido y son objeto por parte del colectivo de varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquella requiere» (Sau, 2000).
También se usan términos como los feminismos o los movimientos feministas, con el fin de reflejar la diversidad de enfoques y corrientes de este movimiento social. Algunos de ellos son el feminismo radical, el feminismo crítico de género, el feminismo de las diferencias, el feminismo descolonial o el feminismo interseccional.