Loca, loco
(Mad)
Algunas personas que han sido diagnosticadas por problemas de salud mental, que han tomado medicinas psiquiátricas o que han estado internadas en centros de salud mental reivindican su derecho a autodenominarse como locas y locos como parte de su identidad.
Ser loca o loco no sería entonces una condición, sino una forma de ser en oposición al estigma que siempre ha acompañado a la locura.
De esta forma, se apropian de la manera en la que otras personas les han llamado con el fin de discriminar y excluir, y se empoderan de esa palabra, como en su momento sucedió, por ejemplo, con queer para el movimiento de personas con sexualidades e identidades de género no hegemónicas.