Es el término con el que se define al prejuicio, a la discriminación y a los sentimientos irracionales, así como a las actitudes negativas, hacia las personas consideradas a sí mismas como trans. En este sentido, la transfobia es un tipo de transodio.
Algunos ejemplos frecuentes de transfobia incluyen tratar a una persona por su género incorrecto, así como ignorar qué pronombre prefiere usar (lo que en inglés se conoce como misgendering), referirse a la persona por su nombre antiguo de manera sistemática y concurrente (lo que en inglés se conoce como deadnaming) o usar términos despectivos, como travelo, para referirse a las personas trans.
Además, en muchas ocasiones, la transfobia se manifiesta con creencias o actitudes negativas, discursos de odio, agresiones y violencia, lo que hace que el número de crímenes por estas causas haya aumentado. Es importante destacar que este comportamiento ocasiona serios problemas en las personas trans. A nivel personal, se pueden manifestar en el rechazo a sí mismas, el aislamiento o una baja autoestima. En relación con el ámbito social, el hecho de negarles su identidad, el trabajo, la vivienda u otros recursos puede forzar a estas personas a acceder al mundo de la prostitución o a la mendicidad para poder mantenerse, por ejemplo.