Es un término que surge del ámbito de la salud mental y de la psicología y se usa para designar a una persona que, habiendo nacido con aparato reproductor femenino, se siente identificada psicológica y vitalmente con el género masculino.
Algunas personas prefieren utilizar el término «hombre transgénero», en lugar de «hombre transexual». En este sentido, vale la pena nombrar según la manera en la que cada persona se autorreconozca.
Algunos hombres transexuales aspiran a afirmar su identidad de género a través de cirugías o terapia de reemplazo hormonal para adaptar su anatomía corporal al género masculino.
En cuanto a la orientación sexual, un hombre transexual puede sentirse atraído por otros hombres e identificarse a sí mismo como un hombre gay. Puede sentirse atraído por mujeres e identificarse como un hombre heterosexual, puede sentirse atraído tanto por hombres como por mujeres e identificarse como un hombre bi o puede no sentirse atraído sexualmente por ningún género.
Los hombres transexuales han sufrido el estigma social y legislativo; por ejemplo, al expresar su nombre en el documento de identidad. Un hombre transexual puede reconocerse a sí mismo a cualquier edad y se debe respetar y apoyar sus decisiones. Una forma de transfobia que sufren muchos hombres transexuales es el hecho de ir a lugares públicos, como piscinas, y tener que utilizar una prenda de vestir femenina.