El género se refiere al conjunto de características sociales, culturales, psicológicas o políticas, entre otras, atribuidas a las personas de acuerdo con su sexo asignado al nacer. El género no es un concepto estático ni innato, sino una construcción sociocultural que ha ido variando y que variará a lo largo del tiempo. El uso de este concepto se impulsó en los años setenta para denunciar las desigualdades entre hombres y mujeres, y exponer que estas desigualdades son un constructo social y no un aspecto biológico.
En relación con la diversidad sexual y de género, una mujer lesbiana no está percibida por la sociedad en las mismas condiciones que un hombre gay blanco. Por ejemplo, existe toda una industria destinada al comercio amigable con las personas gais, en el que se incluye a las lesbianas, pero en un segundo plano.