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Asistencia sexual

(Sexual assistance)

Primer plano de dos manos: una persona le extiende la mano a otra persona que se ve de fondo para que la acompañe.

Es un servicio que puede o no ser pago, y que le permite a una persona con discapacidad explorar y disfrutar de su sexualidad. No existe consenso sobre si debe o no considerarse una dimensión más de la asistencia personal, aunque está claro que puede contribuir al bienestar de las personas con discapacidad y su derecho a tener una vida sexual plena.

Para quienes están a favor, no debería hacerse distinción sobre la naturaleza o el tipo de necesidad que resuelve la asistencia personal. Y en este sentido, siempre que se respete la voluntad y autonomía de la persona con discapacidad, no interesan las áreas en las que requiere apoyo para desarrollar una vida independiente. Bajo el entendido de que no todos los apoyos se pueden brindar por una sola persona, quien brinda asistencia sexual no será la misma persona que brinda la asistencia personal.

Por otra parte, hay quienes consideran que no debe mezclarse la asistencia sexual con la asistencia personal, puesto que esta última se refiere a un derecho y un servicio social de carácter estatal para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, y que aún sigue siendo un logro por alcanzar en muchos países de la región.

Se reivindica que algunas personas con discapacidad deberían poder decidir si desean o no acceder a los servicios de asistencia sexual, pero hace falta aún desarrollar las regulaciones nacionales para que puedan hacerlo en entornos seguros y bajo reglas claras para todas las partes involucradas.

Referencias:

Consultas de MODII y encuesta virtual.

Créditos de fotografía a Blurryme

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