Comunica con inclusión.
¿Qué es la comunicación inclusiva?

Comunicar con inclusión o en igualdad es compartir información con precisión, respeto y empatía. Es usar el lenguaje para celebrar la diversidad humana, hacer visibles los derechos de las personas y honrar el planeta.

¿Qué características tiene
la comunicación inclusiva?

Impulsa las transformaciones sociales. Porque invita a cuestionar la manera en la que se usan las palabras, las imágenes y otras herramientas comunicativas para dar sentido al mundo.
Permite reconocer cuándo se comunica desde el privilegio y replantear la manera de representar al planeta y a las otras personas. También hace hincapié en la manera de narrar las historias de quienes han vivido históricamente la discriminación.
Tiene un enfoque de derechos. Porque supone transmitir ideas que valoren la pluralidad de las personas y nombrar desde el reconocimiento de los derechos de la gente.
Está en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Porque usa el lenguaje para apoyar ese compromiso común y universal que es la Agenda 2030. En ella se plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, concretamente, la comunicación inclusiva se adhiere a los siguientes:

Adicionalmente, la comunicación inclusiva recoge las perspectivas de las personas, especialmente, de las que han sido históricamente rezagadas. Es decir, hace visibles sus historias y cuenta sus reivindicaciones y aportaciones. En este sentido, está en sintonía con el principio de los ODS que busca no dejar a nadie atrás.
Acerca a las personas. Porque ayuda a poner en práctica la empatía: ponerse en zapatos ajenos y comunicar desde allí.

¿Qué recursos usa la comunicación inclusiva?

El lenguaje no sexista, el lenguaje claro y los criterios de accesibilidad son aliados fundamentales de la comunicación inclusiva. Permiten representar a las personas en toda su diversidad y lograr que los mensajes lleguen a una audiencia amplia. Ayudan a que la información se comprenda con facilidad y se pueda utilizar.

El lenguaje no sexista

Se trata de recursos lingüísticos que permiten enunciar mensajes sin discriminar por razones de sexo o género, y evitan perpetuar estereotipos de género. Hay múltiples alternativas, normativas y disruptivas, para nombrar desde la inclusión.

El lenguaje claro

Se refiere a cuidar la redacción, la estructura y el diseño de los mensajes para garantizar que sean lo más transparentes posible. De esta manera, quien los lee puede encontrar lo que necesita, entender lo que encuentra y usar esa información.

Criterios de accesibilidad

Se trata de usar recursos que eliminan o reducen obstáculos y barreras de acceso a la información. El fin último es que las personas con discapacidad accedan en igualdad de condiciones a la información consignada en textos, imágenes, audios y videos. En todo caso, la ventaja de tener en cuenta el criterio de la accesibilidad en la comunicación es que los mensajes llegan con mayor facilidad a una amplia gama de personas, no solo a quienes tienen alguna discapacidad. Por ejemplo, a aquellas cuya primera lengua no es la que se usa en un determinado texto.

Hay niveles de accesibilidad y puede ser complejo garantizar la accesibilidad total. Sin embargo, es importante hacer los ajustes razonables que estén al alcance para facilitar el acceso a la información.

¿Hay mitos sobre la comunicación inclusiva?

Ahora que está claro lo que sí es la comunicación inclusiva, vale la pena hablar sobre lo que no es. A continuación, se mencionan algunos de los mitos alrededor de este concepto:

¿Es una especie de dictadura de lo políticamente correcto? No. La comunicación inclusiva es una invitación a cuestionar y transformar mensajes que perpetúan la discriminación. Ofrece propuestas y recomendaciones para nombrar, pero no busca imponerlas. Tampoco intenta convertirlas en verdades únicas o incuestionables. No juzga, no censura. Entiende que la lengua es de cada hablante. Así, cada cual decide cómo interpreta y nombra al mundo y a las personas. Es, en fin, una invitación y no una amenaza.
¿Es una deformación del lenguaje? No. La comunicación inclusiva usa los recursos normativos disponibles para transmitir mensajes en igualdad. En todo caso, reconoce que para muchas personas estos no son suficientes y, por eso, crean recursos disruptivos. Un ejemplo de esto es el uso de la letra ‘e’ para designar a personas de género no binario o el uso de palabras que no figuran en los diccionarios de hoy, como cuerpas o ancestras.

La comunicación inclusiva no ignora los recursos disruptivos. Por el contrario, los observa, busca entender y explicar en qué consisten y por qué se crean. Y, al final, la decisión de utilizarlos o no es de cada hablante.
¿Son textos densos e interminables? No. Escribir textos concisos y de fácil comprensión es posible usando la comunicación inclusiva. Solo se necesita creatividad para buscar alternativas, curiosidad para aprender a transmitir mensajes de maneras no habituales y humildad para cuestionar y cambiar la mirada.
¿Es un adiós al buen humor? No. Es posible hacer humor del bueno sin apelar a los prejuicios y a la discriminación.

¿En qué puede ayudar MODII?

MODII creó ¡Explora tu empatía! Todo lo que querías saber sobre comunicación inclusiva. Esta es una guía práctica para transmitir mensajes con inclusión. Tiene nueve capítulos que corresponden a los siguientes temas: